miércoles, 6 de mayo de 2020

Adoquines. Sobre gustos...

Ayer escribía acerca de mis temores en relación con la posibilidad de que se variara el color que, inicialmente, iban a tener los adoquines y mostraba mi preocupación ante la posibilidad de que la Plaza fuera convertida en un pastiche ... "bonico".


Es sabida la frase que asevera que "un camello es un caballo diseñado por una comisión", cosa que suele ser muy cierta porque el tan traído y llevado consenso sirve para que todo el mundo llegue a un acuerdo ... en aquello que no quería a cambio de que los otros acepten lo que no les gusta; o sea, nadie contento.

Los que tomen la decisión acerca del la variación que vaya a sufrir el color que se proyectó inicialmente para los adoquines no acertarán ni siquiera en el caso del que elijan el que me gusta a mí  😇😇😇 porque cada uno tiene su gusto particular y en esas cuestiones ... no hay nada escrito. Por lo tanto, a mi entender, si consiguen una "división de opiniones" ya será un éxito para ellos; lo malo sería que cosecharan una "pita" y me condenaran a ver durante lo que me reste de vida una Plaza que no me guste. Y ése es mi temor.

Expuse ayer mis preferencias a la alcaldesa y su concejala, así como al arquitecto municipal; razoné ante los tres mi opinión y ellas me comunicaron sus gustos y el por qué de ellos; el profesional estuvo discreto como toca y no "porque para eso le pagan".
...me defino...
Ya puestos, me defino: de los tres del ángulo inferior izquierdo que conforman los grises, prefiero el tercero empezando por la izquierda, el que está más subido de tono, el que es más rojo, ¿comprenden? Si ustedes quieren pueden ponerme un comentario y así nos divertimos más... antes de que la realidad se imponga.

También tuve la oportunidad de hablar durante un momento con los jefes de "Gaditana" que es la concesionaria de la obra. Expresé ante ellos mi satisfacción por el comportamiento de los obreros, que ponía alto el nombre de la empresa y me agradecieron lo que les dije. Luego, intuyo que el jefe se puso en su papel y mandaba hacer cosas a sus asalariados. No pude evitar pensar: "malo". No me pregunten por qué porque fué un pálpito, una intuición.

Hoy la Plaza está sosa porque no hay adoquines que poner –la toma de decisión acerca del color ha conseguido que no se hayan suministrado los que estaba previsto que llegaran– y quizás eso retrasará su colocación algún tiempo.
Toni(n) el de "La Cuba".




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