martes, 12 de mayo de 2020

Adoquines. ¡Por fin! 20200512


Tal como anunciábamos ayer en exclusiva de última hora en nuestra edición especial, ¡han llegado los adoquines! ¡Estamos salvados!

Esta mañana ya se ha empezado a colocarlos "en espiga" y en una superficie mucho mayor de la que este humilde cronista esperaba. Un gran cuadrado –de un color anodino, en mi estimación– enmarcará al Olmo... 
... la "espiga" da movimiento ...


En el vídeo se aprecia que el momento tiene gran importancia porque ha vuelto el jefe y supervisa –manos a la espalda como es preceptivo– la colocación de los adoquines.


El movimiento que da la espiga al conjunto de la colocación no es suficiente como para disimular el tono apagado –de "aburrido" lo ha calificado alguien– del conjunto que únicamente "saldrá a la luz" cuando llueva. Ahora me reafirmo en lo que ya dije; hubiera combinado mucho mejor el color rojo que yo propuse. 


Interrumpo durante un instante las reflexiones que estaba haciendo para notificar que ¡he visto al jefe trabajando! la celeridad de su esfuerzo aportando un poco de material al que lo está colocando me ha impedido tomar el vídeo que hubiera inmortalizado el momento, pero sirve mi testimonio y vaya el aplauso por su colaboración en el embellecimiento de nuestra Plaza. Aplauso merecido y que se da de corazón. 

Seguramente ha venido para traer ¡una radial nueva! que se añadirá a la que ya está en funcionamiento porque contando con dos máquinas de corte, los remates, trabajosos siempre, pero en esta ocasión todos iguales hasta que se llegue a la base Del Olmo, hará que el final de la obra se acelere.
...¡una radial nueva...!
Ha llegado el arquitecto. La llegada del técnico superior a cualquier obra siempre es motivo de inquietud para el contratista o el jefe de obra. En este caso están ambos en la Plaza. Han de poner buena cara a las propuestas que haga quien les tiene que certificar para que puedan cobrar y procurar que no encuentre demasiadas cosas que "no le gusten". Por eso atienden a sus explicaciones con toda amabilidad y circunspección.


Una vez más la atención de nuestro reportero gráfico ha sido recompensada con una exclusiva. ¡El jefe doblando el lomo!, no demasiado, que su salud es preciosa –sin jefe no hay empresa y sin empresa no hay trabajo ni "euritos" con los que vivir– pero lo suficiente como para dar testimonio de su esfuerzo y su implicación.

... el jefe "doblando el lomo"... ¡Olé!
¿Se van dando cuenta ustedes de que los trabajos en la Plaza –con todas sus incomodidades de polvo, de ruidos, de dificultades ambulatorias, etc.– han resultado ser una bendición? 

... ¿será posible?...

Todos los días traen su afán y éste no tiene por qué ser diferente. ¿Me engaña la vista o los tonos de unos adoquines son diferentes de los de los otros? Ayer vinieron todos juntos y, a no ser que unos estén mojados y otros no, todos habrían de ser del mismo color. ¿Será que una nueva sorpresa nos aguarda a la vuelta de unas horas? ¿Será que ha habido un error en la selección de los colores? ¿Qué podrá ser? ¿Será una rosa? ¿Será un clavel?
Toni(n) el de "La Cuba"

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