martes, 19 de mayo de 2020

Adoquines. En modo quirúrgico

La vuelta al trabajo de ayer se ha visto reforzada por la presencia de más obreros que han emprendido la tarea de configurar la parte izquierda de la Plaza –siempre desde mi punto de vista como pregona el título de este cuaderno– para que haya simetría entre ambas mitades.

La técnica que están utilizando podríamos decir que es quirúrgica: para la mitad derecha se establecía previamente la separación entre cuadrados mediante un espacio gris que se medía y construía para que pudiera ser rellenado después con los adoquines de ese color que –no sé si se habrán dado cuenta ya, avezados lectores– no me gusta.

Ahora, con la parte izquierda –ya se hizo algún ensayo con la derecha– han decidido los que entienden de ésto, que es mejor rellenar un gran espacio y después cortar las superficies que delimitarán de gris los cuadrados de color que... de ese color.

Claro, que esto no es un quirófano y los cortes no tienen nada de asépticos y se pone todo perdido de polvo, de ese polvo que ponen de los nervios a las mujeres. Los que provocan esa polvareda van protegidos por mascarilla adecuadas para evitar que se les hormigonen los pulmones. Observen:


... no es niebla ...
Los trabajos prosiguen a pesar de que haya habido algunas inundaciones en casas por causa de las últimas lluvias y a consecuencia de que el nivel del pavimento de la calle Mayor... ha crecido, que el hombre propone...

Es curioso que no haya advertido una avalancha de gentes queriendo reunirse, hacer comidas, socializar, como dicen ahora a estar con otros. Seguramente lo estamos dejando para acostumbrarnos a la novedad. 

La obra languidece –queda ya poca tarea pero minuciosa– y las posibilidades de informar a través de este balcón también. No sé que voy a hacer cuando esté todo terminado...
Toni(n) el de "La Cuba"

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