martes, 23 de octubre de 2018

Nuestro Olmo Europeo. Reflexión

Hay que felicitar a la Biblioteca, a las personas que se encargan de mantenerla abierta y viva, por su idea en relación con la votación acerca del Olmo de Navajas. Nuestro Olmo. Su iniciativa merece todo el apoyo y creo que lo va a tener, al menos por mi parte.
He dedicado la mañana a hacer saber a amigos, parientes, conocidos, personas de mi aprecio, etc. el modo de apoyar nuestra petición, que considero justa y atinada. Les he rogado que no sólo apoyen con su voto, sino que lo hagan saber a otras personas de su entorno para que la votación sea más favorable a nuestro Olmo.
Por si algún despistado que me lee no se ha enterado, aquí está la dirección en la que se puede votar:


Supongo que muchas otras personas habrán hecho lo mismo que yo, dada la cantidad de veces que he recibido la misma petición enviada por distintas personas. Vamos a conseguirlo. 
Tengo el pálpito de que vamos a poder ganar si nos ponemos a la tarea porque juntos podremos hacer más cosas que cada uno a su aire. 
Y lo dice alguien que es profunda, radicalmente individualista.
Al mismo tiempo he estado reflexionando acerca de nuestro “amor” al Olmo.
Nuestro Olmo es un ser vivo que como todos los seres necesita ser cuidado, sobre todo cuando él, el Olmo es un venerable anciano.
Nos llenamos de orgullo cuando hablamos de él, le cantamos en el Himno, los organismos competentes se ocupan de prolongar su vida y, en cambio, a mí me parece que no terminamos de tratarlo tan bien como se merece. Me explico.
No se trata de hacer todas esas cosas que se hacen bien; a mi entender habrá que procurar que se dejen de hacer las cosas que yo creo que se hacen mal: 

  1. ocupar el espacio de su macetero de manera innecesaria. Ocúpese en la Presentación de la Reina de las Fiestas y en la Ofrenda, pero déjese libre después.
  2. permitir que haya personas que transiten por ese mismo espacio, sean grandes, medianos o pequeños.
  3. consentir en que se incite a la vaquilla de turno a que suba a un lugar en el que en nada beneficia al árbol. La cosa nos divierte mucho, pero puede tener poca gracia, causar desperfectos y creo, honradamente, que no vale la pena.
  4. en definitiva, olvidarnos del amor que le tenemos siempre porque en momentos puntuales del día a día no le dedicamos toda la atención que merece.
  5. hay muchas más que a todos se nos ocurren...
El Ayuntamiento, con los medios de Policía de que dispone no puede garantizar que el Olmo no es hollado por nadie y esa función la hemos de hacer nosotros, los ciudadanos, todos nosotros, que somos Ayuntamiento, sin temor a entrar en discusiones con los que saltándose las normas más elementales de convivencia, saltan –y valga la repetición– arriba del Olmo.
Si el Olmo es un elemento de atracción turística habría de estar permanentemente como para hacerle fotos, sin elementos que desvirtúen su carácter ni desperfectos que lo afeen y ésto sí es competencia del Ayuntamiento.
Ahora vamos a ganar esa votación en la que estamos metidos, pero planteémonos alguna pregunta que nos hayan suscitado las líneas que expongo con la mejor intención.
¿Lo hacemos?

Toni(n) el de “La Cuba”

domingo, 21 de octubre de 2018

"Poderoso caballero..."

¡Vaya!, que estoy prolífico y "paridor" estos días. Debe ser la lluvia.
La banca. ¡Ay la banca! En el juego se dice que la banca siempre gana. Y cuando no se trata del juego, también. Eso es normal. Los bancos son empresas que están orientadas al beneficio y una empresa que no obtenga beneficios debe cerrar; pero el beneficio debe ser, tiene que ser, lícito, porque, de lo contrario vamos mal.
PODEROSO CABALLERO...
Esta reflexión viene a cuento por “La Parrala” que publiqué hace un par de días en este mismo cuaderno. Ahora leo en “EL PAÍS” que: “la devolución del impuesto con 15 años de retroactividad podía acabar con la mitad del sector, según un alto ejecutivo bancario, con un coste de, al menos, 18.000 millones.”
Y, como era de esperar, la banca se ha movilizado en el entorno del Tribunal Supremo y en las esferas políticas de tal manera que estamos esperando a que el pleno de la Sala de lo Contencioso-Administrativo –que fue la que paró la sentencia que favorecía a los ciudadanos, no lo olvidemos- se reúna en las próximas semanas para determinar:
  • si donde dije digo digo Diego… otra vez y van tres
  • si la sentencia anterior está bien o mal
  • si se anula la sentencia
  • si se aplica con carácter retroactivo o no 
  • si pagan el impuesto los bancos o los pagan los hipotecados
La cosa tiene más perendengues de los que se aprecian a simple vista porque:
  • Si la sentencia estaba mal dictada, ¿se relevará de sus responsabilidades a los componentes de la Sala que la ha dictado mal?
  • Si se reconoce que estaba bien, ¿podrá la banca soportar que “se acabe con la mitad del sector”?
  • Si el efecto de la sentencia no tiene carácter retroactivo, ¿no se estará cometiendo una injusticia con los que hemos pagado de más?
Copio de “EL PAÍS”: “En una nota pública, Díez-Picazo justifica su decisión en la “enorme repercusión económica y social” de la sentencia notificada este jueves, que “supone un giro radical en el criterio” que mantenía hasta ahora el Supremo.”
Recuerdo aquí que don Luis María Díez-Picazo es el Presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo.
Tengo alguna pregunta más que hacerme:
  • ¿A quién de los que constituyen una hipoteca le interesa que el acto del préstamo quede jurídicamente documentado?
  • ¿Cómo puede ser que el mismo asunto estuviera simultáneamente en febrero –fecha de la primera Sentencia– en la Sala de lo Civil del Supremo y en la Sala de lo Contencioso-Administrativo?
Hasta que se resuelva el follón seguiremos con la copla
Toni(n) el de "La Cuba"

sábado, 20 de octubre de 2018

... y al César, lo que es del César.

Hay que reconocer que la bajada a las Fuentes ha ganado mucho con la limpieza a la que ha sido sometida, me dicen que hace un año aproximadamente. Lo cierto es que hasta esta tarde  no había bajado al Salto de la Novia y de la mejora, evidente, no me había enterado. Ahora lo he hecho y me apresuro a felicitar a quienes hayan llevado a cabo una tarea con un resultado tan feliz. Pero ese  espacio habrá que seguir manteniéndolo.


Poder contemplar los bancales me ha causado una gran satisfacción y me ha hecho pensar en una gran riqueza etnológica que tenemos olvidada: los"ribazos". Otros pueblos están poniendo de relieve estas construcciones en piedra seca que van más allá de la definición que de su nombre da la RAE, 

Un ribazo es, aquí al menos, un elemento que genera riqueza, bien que mínima, cuando a nuestros antepasados les hacía falta aprovechar hasta el último palmo de tierra para atender a su sustento y al de sus familias.

Un ribazo transforma un terraplén en un trozo de tierra en el que se cultiva algo que sirve para alimentar a la prole o para ser vendido y obtener algún dinero en metálico con el que ayudar a la subsistencia.

No había un trozo de tierra propia de un paisano, por mínima que fuera su extensión, que no albergara un olivo, un almendro, un algarrobo que crecía agarrándose al terreno con la desesperación con la que un náufrago se agarra a una tabla.

Pero todo esto les "suena a mambo" a las generaciones de jóvenes que han tenido desde su infancia pan en casa y ninguna preocupación por lo que se fuera a comer en el futuro. Ojalá lleguen a entender el significado de los espacios recuperados y no se dediquen a destrozar lo que empezó hace siglos y que perdura aún.


Lo cierto es que ver esos bancales que tantas veces recorrí durante mis juegos de niño imaginando castillos en cada peña y defendiéndolos de enemigos que atacaban inmisericordemente produciendo alguna que otra descalabradura, volver a verlos me ha hecho pensar en que todos siempre hacemos alguna cosa bien. 
¿No les parece?
Toni(n) el de "La Cuba"

Nueva atracción turística

Es que no paramos. En nuestro objetivo de atraer a más turistas cada vez hemos preparado un nuevo lugar en el que la magia del agua haga soñar a los múltiples visitantes que se desplacen hasta nuestro pueblo.


Nada tiene que envidiar esta cascada a las que se ven en otros lugares de reconocido renombre turístico y el hecho de que desde hace más de tres años, aparezcan llenado de color y alegría algunas calles de nuestro pueblo y los chalets de algunos vecinos –que están locos de contento por este don que la Naturaleza y la Diputación les hacen– habría de servir de regocijo y sano esparcimiento a quienes tengan el deber de velar por la tranquilidad de los habitantes de la localidad.


Por la frecuencia de su aparición y por lo espectacular de su aspecto –algunos le llaman el "Monasterio de Piedra" local– creo que habría que cobrar entrada a los curiosos que se acercan a contemplarlas. Si, además, difundimos la especie de que los lodos tiene un efecto revitalizante para la piel, el negocio está asegurado ... y la deuda más próxima a ser saldada.
¿No les parece?
Toni(n) el de "La Cuba"


viernes, 19 de octubre de 2018

LA PARRALA

La copla es un género muy español, muy nuestro en el que se reflejan sentimientos, pasiones, modos de entender la vida.

Hasta que a finales del siglo pasado a alguien –o a "álguienes"– se le ocurriera poner de manifiesto los valores del género y la maestría, la pujanza y el arte de algunos de sus intérpretes, la copla estaba considerada como un género mínimo, ínfimo. Son cosas de nuestro carácter más dado a despreciar lo nuestro que a darle valor.

Una de las coplas más conocidas es la que da nombre a este escrito, "La Parrala", que es el mote de la protagonista literaria de la pieza musical. Por si no conocen la letra, aquí va el estribillo:

"Que sí, que no, que no, que sí
que a La Parrala le gusta el vino.
Que no, que sí, que sí, que no,
que el aguardiente y el marrasquino..."

Es patente la indeterminación de los gustos de La Parrala. Le gusta, no le gusta. Lo que le gusta es el vino. De eso nada, que lo que le gusta es el aguardiente. ¡Ah! y el marrasquino. Un sinvivir que no sería admisible a no ser porque lo que se canta son las dificultades para tener un criterio firme de una mujer que se presume de escasa formación intelectual.

Lo malo es que esta indeterminación o similar se ha hecho patente en las sentencias del Tribunal Supremo acerca de a quién corresponde el pago de los Actos Jurídicos Documentados relacionados con las hipotecas.

  • Primero hubo una norma que decía que los pagábamos los hipotecados.
  • Ayer hubo una sentencia que decía que, puesto que los que querían documentar la obligación contraída eran los bancos, ellos habrían de pagar el acto y, por tanto, como el impuesto por esos Actos Jurídicos Documentados lo había recaudado la Administración, ésta  tendría que devolver lo que habría sido un enriquecimiento injusto. Luego la todopoderosa Administración lo recobraría de los bancos; pero...
  • Hoy, el Alto Tribunal, dice que tiene que estudiarlo, que lo de ayer no vale y que ya dirá.
Me temo que "poderoso caballero es don dinero" y los que, por sentencia del Supremo nos habíamos alegrado un poquito, nos vamos a tener que volver a poner tristes.
¿Se dan cuenta ustedes de por qué me he acordado de La Parrala?
Toni(n) el de "La Cuba"

viernes, 13 de julio de 2018

La legalidad y la Justicia (Fábula)

Hace tiempo que vengo dando vueltas a esos dos conceptos que, pareciendo tan semejantes, a veces parecen estar en contraposición. Y mis pensamientos me llevan por los derroteros que ahora quiero compartir con ustedes dos, amables lectores de este cuaderno.

La primera reflexión es : ¿Puede algo ser legal sin ser justo? Yo creo que la legalidad debe ir precedida por la justicia porque, de lo contrario esa legalidad ... tiene serios problemas de legitimidad.

Mi segunda reflexión es: ¿Puede ser dañosa para quien obra rectamente, esa manera de obrar? Pienso que no debería ser así, a no ser que el perjuicio lo produzcan quienes no obran ateniéndose a lo que es justo y se cogen a lo legal como a un clavo ardiendo para dejar de obrar con rectitud.

¿A qué viene todo este exordio pseudo filosófico?

Mis reflexiones no son inocentes porque vienen a cuento de algo que me ha sucedido con el Ayuntamiento de Navajas. Verán ustedes:

En la época del Presidente Rodríguez, don José Luis, una de las ocurrencias que tuvo el Gobierno "para impulsar la economía" fue la de promover un "Plan Z", ¿recuerdan? Pues bien, en nuestro pueblo ese Plan se aprovechó para hacer un carril bici minúsculo que, miren ustedes por dónde, afectó a la única tierra que poseo donde caerme muerto y fui expropiado. Nada objeté a la expropiación porque pensé que la obra podría contribuir, bien que poco, a que Navajas fuera algo más amable con sus visitantes y vecinos.

Pasó el tiempo, de vez en cuando preguntaba en el Ayuntamiento al anterior Secretario o al Alcalde por la calle, cómo iba el pago de la expropiación de los terrenos. Casi siempre estaba "a punto de ser liquidado" y yo me lo creía y no quise hacer reclamaciones. Fui, lo reconozco, un ingenuo, porque aunque la cantidad no era importante, hubiera debido hacer una reclamación en forma como hicieron otros propietarios que obtuvieron de la anterior Alcaldesa, la satisfacción debida a lo que les había sido expropiado.

Aporté al ayuntamiento una fotocopia de la página de mi cartilla de ahorro para que se me pudiera hacer el ingreso correspondiente, cuando me enteré de que, al parecer, se iba a proceder al pago de la cantidad que se me adeuda. Pasó el tiempo sin que sucediera nada. Ante la posibilidad de que se hubiera procedido al pago, pedí una entrevista con la Alcaldesa actual sin obtener respuesta alguna por su parte. De manera casual concerté una entrevista con la Concejal de Hacienda en la que se me explicó que el plazo había caducado porque yo no había hecho movimiento alguno para solicitar el dinero que se me adeudaba. Como quiera que sí había hecho gestiones, con funcionarios de la administración local, generé un escrito de reclamación haciéndolo constar, porque el testimonio de un funcionario en casos como éste sí tiene valor según se me había informado en la reunión antedicha.

Ahora, con todo lujo de cumplimientos de la normativa de envío de documentos por vía electrónica, recibo una Resolución de la Alcaldía mediante la que, en respuesta a mi escrito, la señora Alcaldesa resuelve: "Desestimar la solicitud de D. José Antonio Torres Redondo de abono del justiprecio de los terrenos expropiados para la construcción del carril bici". "Así lo manda y firma la Sra. Alcaldesa, Dª Patricia Plantado Navarro..." etc. por el informe de Secretaría-Intervención aludiendo a que: "Respecto del pago material ha operado la prescripción a que hace referencia el artículo 25 de la Ley 47/2003, de 26 de noviembre, General Presupuestaria..."

Ustedes disimulen el "rollo" que les acabo de soltar, pero ahora vuelvo atrás para comparar los hechos descritos con lo que decía al principio. La resolución de la Alcaldía es legal, pero ¿es justa?. Hay otra persona "damnificada" en mi misma situación, que estoy seguro que me daría la razón si fuera interrogada al respecto. Además, se produce un agravio comparativo con los que sí han cobrado.

Si alguien toma algo de otro y no lo paga, o lo devuelve o no es de él. Se me ocurre entonces que puedo tomar posesión de aquello que me ha sido expropiado y no se me ha pagado. Le daré un par de vueltas a esta idea porque tiempo me sobra y aunque mi talante nunca ha sido el de enredar temo que se me ha quedado cara de tonto con este episodio que me ha hecho reflexionar con lo pesado que es hacerlo en verano.

Como decía al principio, legal, puede que lo sea –ya me lo explicará algún abogado– pero ¿es justo?
Toni(n) el de "La Cuba"


domingo, 21 de enero de 2018

Autonomías ¡uf!

Hoy no tengo ganas de escribir ni de argumentar, así es que me limitaré a preguntarme –y a preguntar a los que me lean– acerca de lo que me viene preocupando desde hace mucho tiempo:
  • ¿Hay alguien que crea que las autonomías –salvando las distancias de tipo político– han mejorado en algo al estado centralizado?
  • ¿Sabe usted que cada autonomía puede legislar en diferentes materias y que esa legislación puede ser diferente de la de la misma materia en la autonomía vecina?
  • ¿Alguien cree que lo que ha pasado en Cataluña hubiera podido pasar en un estado centralizado?
  • ¿Por qué pueden haber tantas policías diferentes como comunidades autónomas?
  • Si cada comunidad autónoma pone los sueldos que quiere a sus funcionarios, ¿no constituye este hecho una hipoteca para el estado central por lo de los “agravios comparativos”?
Terminaré con lo de siempre:

Estamos quemando en la hoguera de las vanidades políticas la aportación de todos al Estado y obtenemos humo de ese incendio. Apaguémoslo antes de que sea tarde.
Toni(n) el de "La Cuba"

DELENDA EST AUTONOSUYAS

Ayer me manifestaba claramente en contra del Estado de las Autonomías y algún amigo que leyó el texto me dijo que lo que procedía en el caso de España era un Estado Federal. 
Con todos mis respetos tuve que manifestarle que eso era lo mismo que salir del fuego para caer en las brasas. Ya sé que eminentes políticos como el Sr. Sánchez y otros antes que él –tal que el Sr. Rodríguez Zapatero– se han mostrado de acuerdo con esa forma de Estado, lo cual me reafirma en mi opinión de que es mala.
¿Y por qué esa manía de los padres de la Constitución, primero y de los que les han sucedido después de buscar modificaciones a lo que estaba bien como estaba? A mí se me ocurren un montón de razones –todas malas de suyo– para responder a la pregunta:
  • Para buscar acomodo a los miles de criaturas que se necesitan para mantener unas estructuras tan grandes y tan poco eficaces.
  • Para que los políticos que no sirven para otra cosa encuentren un hábitat en el que poder establecerse y medrar.
  • Para satisfacer la ensoñación de unos cuantos iluminados que se quedaron en los dieciocho –años de edad mental y siglo– y que siguen creyendo en las supremacía de la raza y en la superior dotación genética –la suya, por supuesto– sobre el resto de los mortales del mundo mundial.
  • Porque se tuvo miedo –siempre es mal compañero, el miedo– de que la Constitución de 1978 no fuera aprobada.
  • Porque algunos historiadores, filólogos y patafísicos varios recompusieron los virgos de la Historia, la Filología y las diferentes Patafísicas –a buen precio– con el fin de que pasaran por mocitas teorías trasnochadas y desechadas por intelectuales serios.
  • Por oponerse a lo que defendía Fraga Iribarne, ya que, al parecer todo lo que se le ocurría a don Manuel “era herencia del franquismo”.
  • Porque los políticos que hubieran podido defender la forma centralista del Estado fueron, siguieron siendo y serán personas acomplejadas por el ataque de la izquierda en bloque afeándoles su nacimiento, formación y desarrollo en los tiempos en que Franco gobernaba en España.
  • Porque ahora parece que Franco lo hizo todo tan mal que hay que borrar hasta el último atisbo de su memoria sin respetar la verdad histórica que todo el mundo tiene derecho a conocer; unas veces para no repetirla y otras para enorgullecerse de ella.
  • Porque “a España no la va a conocer ni la madre que la parió” según una frase que hizo fortuna –para mal–  y que hay que aprovechar la  reforma de la Constitución para dos cosas:
  • La hoguera de las vanidades
    • lograr hacer una recentralización que es necesaria, realizada de manera paulatina, constante e incesante que deje sin sustento al independentismo y 
    • para que las  mujeres no tengan traba alguna para la sucesión a la Corona ni para cualquier otra cosa, porque el resto de las propuestas son ganas de seguir enredando.
  • Porque en algo se tienen que entretener las criaturas que nos gobiernan ya que es bien sabido que “cuando el diablo está ocioso, con el rabo mata moscas”. 
Y termino como lo hice ayer:
Estamos quemando en la hoguera de las vanidades políticas la aportación de todos al Estado y obtenemos humo de ese incendio. Apaguémoslo antes de que sea tarde.

Razones todas que expongo –y más que no digo– a la consideración de mis muy hipotéticos lectores por si tienen a bien manifestar su opinión en estas páginas.
Toni(n) el de  "La Cuba"

sábado, 20 de enero de 2018

DELENDA EST AUTONOMIAS

No hay mal que por bien no venga es un antiguo refrán castellano que me viene al pelo para comentar lo contento que me ha puesto leer en ABC de hoy, 20 de enero del año del Señor 2018, en artículo firmado por Alexis Romero que como consecuencia de la crisis catalana: “según el barómetro del Real Instituto Elcano, los ciudadanos que desean un Estado sin CCAA ha pasado del 9 al 21% en dos años”.
Tengo la impresión de que el Real Instituto yerra en su apreciación porque me parece que somos más los que desearíamos que desapareciera el Estado de las Autonomías. Y son varios los motivos que tenemos para desear su desaparición. Voy a intentar apuntar algunos aunque sé que me quedaré corto:

     
  • Esa forma de Estado ha servido para complicar los trámites administrativos que han pasado de ser uno para todo el territorio nacional a diecisiete –cada uno  diferente de los demás– en función de las competencias transferidas.
  • Otra de las "virtudes" de las Autonomías ha sido la de fomentar el independentismo que tanto mal ha acarreado, está acarreando y acarreará al Estado más antiguo de Europa. Se impone el "chocolate para todos".
  • El dispendio de recursos es evidente y ya ha habido algunas voces que se han alzado diciendo que es un lujo –innecesario e inútil, añado yo– que no podemos seguir manteniendo.
  • Las Autonomías más bien parecen “autonosuyas” porque cada una de ellas tira de la manta para taparse sin importarle dejar “in puribus” a las demás.
  • Las diferencias en la financiación de las llamadas “históricas” –como si las demás no tuvieran historia– y del resto entre ellas hacen que el reparto de los dineros sea motivo de discordia y aún de enfrentamiento de unas con otras.
  • Gracias a las autonomías hemos creado un Estado aquejado de elefantiasis en el que sobran miles de enchufes.
  • Se puede hacer más cosas con menos recursos de los que gastamos y hacerlas mejor.
  • Justicia, Educación, Sanidad y Hacienda funcionarían mejor sin tanta competencia transferida. Y este funcionamiento mejor sería más justo para los ciudadanos.
  • La Diputaciones Provinciales serían suficientes para administrar cada provincia sin necesidad de Concellos, Juntas, Consejos, “Generalitats” y otras formas de autogobierno que no hacen sino rizar el rizo de la burocracia.
  • Con el ahorro que supondría la implantación de un Estado Centralizado, España pagaría su deuda externa en poco tiempo y no necesitaría endeudarse para pagar las pensiones miserables que se pagan a los españoles. Hagan cuentas.

Estamos quemando en la hoguera de las vanidades políticas la aportación de todos al Estado y obtenemos humo de ese incendio. Apaguémoslo antes de que sea tarde.
Toní(n) el de la "Cuba"

Cosas de la tecnología

Pues sí, señores; los Reyes me han traído una libreta electrónica de esas que on capaces de almacenar más libros de los que seré capaz de leer en lo que me queda de vida. Incluso me atrevería a decir que más de los que haya sido capaz de leer en toda mi vida.
Los cachivaches que ha sido capaz de traernos la informática son atractivos y funcionan la mar de bien. El mío tiene el aspecto "retro" de una vieja libreta de notas, cosa que proclama con un título en inglés –del empleo del inglés a troche y moche, –incluso cuando no es necesario– habrían de ocuparse personas más cualificadas que yo, pero a lo que iba. No es la primera libretica de este tipo que utilizo; hace ya años tuve otra que debe andar olvidada por algún cajón de objetos electrónicos desechados a partir del momento en que fue sustituida por algún invento que me permitía hacer lo mismo desde el ordenador. Qué ha impulsado a los Reyes a dejarme este nuevo aparato no lo sé, pero ya que lo tengo aquí, lo aprovecho.

El cachivache tiene trampa porque puedes descargar cualquiera de los libros que Amazon pone a tu alcance –que son miles y de todos los temas– de manera fácil, cómoda y casi insensible para el bolsillo porque se carga en cuenta y los precios son más bajos que los de los libros “de verdad”. 
Los defensores de esta manera de leer aducen las numerosas ventajas que tiene el invento: apenas ocupa espacio, puedes saltar de un libro a otro cuando quieras, sin que se te pierda el lugar en que te habías quedado, la iluminación de la pantalla consigue que puedas leer en cualquier lugar aún en ausencia de luz suficiente, se protegen los bosques… ¡Ah! y tiene una batería capaz de aguantar días sin necesidad de recarga y sin que se deteriore la calidad de lo que se ve en la pantalla. 
Los detractores esgrimen razones más sentimentales: el libro es un objeto bello, les gusta el tacto de las hojas, su olor, contamina menos porque las libretas éstas tienen componentes electrónicos en cuya fabricación intervienen procesos y elementos que arroja a la atmósfera sustancias que contribuyen al calentamiento global; una pus, oiga.
Así es que lo dejaremos en empate porque nada hay escrito acerca de gustos.
Como es lógico, apenas he abierto el paquetito me he puesto a enredar con el chisme –en el que han aparecido misteriosamente los libros que tenía en mi biblioteca del ordenador– y , cosas del consumismo, he comprado un libro de Umberto Eco, “De la estupidez a la locura” cuya reseña me ha atraído y he caído en la trampa de empezar a leer en un avance del contenido que arteramente dispone el vendedor para que te enganche y no puedas pasar sin conocer lo que viene detrás de lo de delante… Y aquí me tienen, leyendo al maestro Eco que entra a reflexionar acerca de las cosas que aquejan a nuestro tiempo, la excesiva información mal digerida, las prisas, el agobio de los “media”, las redes sociales, los políticos, las políticas de los políticos y todos los otros asuntos  que ocupan a la sociedad moderna y que incluso pueden llegar a preocuparnos.
Cosas de la tecnología.