jueves, 29 de diciembre de 2016

Temis domini

Se ha producido recientemente –al menos en mi conocimiento– la aparición de un autor, o autora, que bajo el seudónimo de “Temis domini” (sic) expresa su opinión en alguna red social acerca de lo que viene aconteciendo en el pueblo y pone de relieve lo que le parece que está mal en la gestión que lleva adelante el partido político que tiene la responsabilidad de gobernar el pueblo desde que ganó la alcaldía en las últimas elecciones municipales.
Vaya por delante que siempre desprecio la opinión de los que se ocultan bajo el anónimo y disminuye en mi aprecio el que emplea un seudónimo de difícil identificación para expresar lo que piensa incluso si lo hace de manera ordenada y dentro de los límites de la buena educación; pero es moneda corriente en estos días escribir en las redes sociales, en internet, utilizando un seudónimo cuyo uso puede tener motivaciones diferentes: puede ser por no dar a conocer a los cuatro vientos la identidad de uno, aunque sí la conozcan los amigos y lectores asíduos, por malicia porque lo escrito avergüenza al que lo escribe o… por miedo.

Yo, que tengo abiertos un par de cuadernos de esos a los que llaman “blogs” los que saben inglés, utilizo seudónimos en ellos por no proclamar “urbi et orbi” mi identidad; no obstante, en este escrito y en el resto de los que aparecen aquí queda claro que en el ámbito al que me dirijo todo el mundo sabe quién es “Toni(n) el de la Cuba” o, al menos, eso pienso.
No es el caso de “Temis domini”. Las personas con las que he hablado de los escritos de quienquiera que sea quien así firma hacen conjeturas acerca de la identidad de quien pueda estar detrás de ese seudónimo. Creo que el autor no quiere darse a conocer por miedo. Cierto es que que en ese aspecto cada uno se coge el que quiere pero él mismo lo ha escrito en más de una oportunidad. “Temis domini” tiene miedo de que se conozca quién es porque teme represalias por parte de aquellos a los que “Toni(n) el de la Cuba”  ¿Qué clase de represalias? “Temis” lo sabrá; pero temer que algo le puede pasar a uno por expresar una opinión de manera clara y educada es impropio de los que vivimos en un estado de derecho. Algo no funciona bien cuando ésto ocurre y funciona mal cuando acontece en un lugar tan pequeño como nuestro pueblo.
Por los indicios que puedo analizar de sus escritos deduzco que Temis es una persona vinculada al pueblo pero no necesariamente del pueblo. Si ha nacido aquí es posible que se trate de alguien que ha pasado bastante tiempo fuera de Navajas y que a la vuelta se haya topado con que lo que esperaba encontrar ya no existe. Se queja de fractura social y una de sus aspiraciones es que el Ayuntamiento haga las cosas que en su opinión cree que deben hacerse. Y de ahí se genera el conflicto: los partidarios de defender la gestión del ayuntamiento culpan a la “herencia recibida” de la inmovilidad a la que se ven forzados y Temis afirma que ya sabían cuál era el problema con el que se iban a encontrar. Luego, el asunto se escapa de las manos de unos y otros y se llega a descalificaciones de tipo personal que sólo contribuyen a fomentar lo que se critica: la fractura social.

En mi opinión cualquier persona bien nacida debe querer, de entre lo bueno, lo que sea mejor para su pueblo; la dificultad estriba en determinar qué es lo mejor en cada caso. Una vez que se hubiera llegado a un consenso en la determinación de ese objetivo hay que abordar el cómo y habrá que llegar de nuevo a acuerdos en cuanto a vías de solución, tiempos de ejecución, apoyos … y sacrificios que haya que hacer, si es que hay que hacerlos. Lo que no es admisible es que sigamos aún con el “y tú más”, que no conduce a sitio alguno. La división de esfuerzos conduce a la debilidad y el análisis excesivo a la parálisis efectiva.  Dejen de mirarse unos a otros de reojo y pónganse a buscar soluciones a los problemas del pueblo. Es urgente. Determinar los culpables es tarea de la Justicia.
¡Ah! Feliz Año Nuevo a todos, que 2016 vino de nalgas...
“Toni(n) el de la Cuba” 

sábado, 17 de diciembre de 2016

Hartito me tienen...

No paran de hablar. Políticos de toda clase y condición se dedican a hablar porque para ellos “la política es diálogo”; pero –como ocurre siempre que a alguien le falte la formación necesaria para hacerse entender– confunden diálogo que significa intercambio de ideas, comunicación, respeto, con cháchara que no es otra cosa que la conversación frívola e intrascendente que termina por ser un monólogo machacón, insistente y sin sustancia,
Los vemos y los oimos en las pantallas de la televisiónj, en los programas de radio, en los foros de todo tipo, en los bares, en los actos oficiales y en los ayuntamientos. No paran. Todo es hablar y hablar para culpar a los demás –a los otros– de todos los males habidos y por haber.
La pregunta –fácil– es ¿no sería mejor que el tiempo que pierden en despotricar y buscar culpables lo emplearan en trabajar para hallar soluciones a los problemas que afectan a los ciudadanos? Ya sabemos todos que los anteriores lo hicieron muy mal y eran unos manirrotos que dejaron las arcas exhaustas, pero, sabido ésto ¿nos sentamos a lamernos las heridas o hacemos algo para recuperar lo que es recuperable?

Por otra parte, cuando alguno de los que pululan por los centros de poder tiene una ocurrencia que parece “molona” al resto de sus “compis” y deciden ponerla en práctica no hay diálogo capaz de disuadirles de su idea. Así es que en cuanto se les niega el “caprichito” no basta con que la justicia diga que no es que se les niegue, es que no se les puede dar porque contravendría las normas de la convivencia más elemental, en lugar de ponerse a trabajar para conseguir el cambio de esa norma, se enfurruñan, se inventan derechos y aplican su monomanía a lograr que su deseo sea satisfecho por quien no puede satisfacerlo sin ponerse, a su vez, fuera de la Ley.
Lo que pretenden los que preconizan el diálogo a ultranza es que las cosas se eternicen y que triunfe la opción de los que más se empecinan en conseguir la Luna si se les mete entre las cejas. Sin límites que establezcan el final de las discusiones éstas se eternizan y terminan desvirtuando el sentido que pudieran tener cuando empezaron.

En resumen, el diálogo está bien, pero hablar por no estar callados, ¿conduce a algo? Lo decía el clásico: “Facta, non verba”, hechos, no palabras.

Toni(n) el de “La Cuba”

miércoles, 23 de noviembre de 2016

De las minorías hasta aquí

La democracia es una de las cosas más divertidas que existen y perdonen ustedes la licencia al adjetivar. Lo que hace así de divertida a esta opción política es que da todas las ventajas a sus enemigos en una especie de actitud gloriosa mediante la que se siente a salvo de todos los ataques habidos y por haber; ella está “au-dessus de la mêlée” como dicen nuestros vecinos franceses. Y esa presunción nos resulta cara.
Creo que será suficiente con examinar algunos ejemplos que estamos viendo todos los días en nuestro propio país y en otros del entorno para que nos demos cuenta de que lo de “el gobierno de las mayorías con respeto profundo a las minorías” es una falacia.
Acabo de ver imágenes de los desmanes que están causando los hoolligans ingleses en Marsella y se me ha ocurrido reflexionar acerca de ellos: de los desmanes y de los hoolligans:
Me ha llamado la atención, sobre cualquier otra cosa, contemplar cómo uno de estos “aficionados” gastaba “bromitas” golpeando el escudo de un policía en una actitud de clara burla hacia el reperesentante de la autoridad. Si el agente hubiera respondido a la provocación con un mamporro se hubiera llevado mi aplauso y supongo que el de muchas personas más que no se atreven a manifestarlo en público; pero también le habrían caído “las del pulpo” por “abuso de fuerza”. Y aquí viene la conclusión: pagamos a las fuerzas de seguridad para que nos defiendan y les limitamos tanto su capacidad para defendernos que no pueden cumplir con lo que les tenemos encargado.
Todo el mundo –la mayoría de los que vemos las noticias– estamos asombrados de los disturbios que han ocasionado los “okupas” en Barcelona donde parece ser que encuentran el caldo de cultivo adecuado para proliferar. Una acción policial de cerco y posterior de identificación y detención a los insociables que originaron los desaguisados hubiera sido una clara medida de higiene democrática que hubiera devuelto la confianza y la tranquilidad a los vecinos de la zona a mucho menor coste que el que han supuesto los desperfectos, pérdidas económicas y deterioro de la imagen de la ciudad; pero los mandos policiales están sujetos a la obediencia a los políticos y éstos son –a fin de cuentas– los que hasta no hace mucho tiempo “okupaban” edificios ajenos como acción reivindicativa de no sé bien qué.
Está claro que estas cosas suceden porque asociaciones de minorías con algunas coincidencias en su ¿ideología? han unido sus votos para ir contra el sistema. No son capaces de ponerse de acuerdo entre ellos más que para ir “contra” lo que sea y aunque aquello a lo que se oponen sea la mejor de las soluciones posibles para algunos problemas, no cejan en tratar de imponer de grado o por la fuerza sus criterio minoritarios a una mayoría que no se atreve a chistar unas veces por miedo, otras por vergüenza y las más por cobardía.
De esta manera nos encontramos con gentes que obtienen ventajas de no obedecer las leyes y con otras gentes que se ven perjudicadas porque las leyes que acatan no los defienden o –por ser muy puristas– tardan en obtener la justa satisfacción a sus reclamaciones. Uno empieza a entender alguna de estas cosas cuando contempla que la señora Carmena ha sido juez en ejercicio y que su talante y supongo que sus criterios son, al menos en mi apreciación, muy peculiares.
Tenemos, por desgracia, una sociedad cobarde y acomodaticia cuyos valores son el confort, el bienestar y la ley del mínimo esfuerzo, cosas todas que vienen de un movimiento pendular desde el sacrificio, el trabajo, la hombría de bien y la compensación al esfuerzo que se produjo durante el tardo franquismo que –en materia de empleo y en consecución de cotas de bienestar impensables para los más– dio lecciones de lo que se podía hacer: ¿con el turismo? con el turismo; ¿con la emigración? con la emigración; pero la gente empezó a acceder a segundas viviendas, a coche propio y a tener unos ahorrillos en el banco con la tranquilidad de que estaban bien seguros. ¿Qué es lo que faltaba? Al decir de los políticos actuales, jaleados por los medios de comunicación –que son parte interesada– faltaba libertad. Y empezó una carrera desmadrada hacia un empacho de libertades hijos de las cuales son bastantes de los vicios y los defectos que contemplamos ahora con estupor como si se nos hubieran aparecido de pronto y sin avisar. 
La libertad para “meterse” cualquier sustancia –“consumo propio”, le llaman–, la sexual, la de gritar lo que cada uno  quisiera, la falsa libertad de que cada uno podía hacer lo que le diera la gana con la excusa de que –en extraña construcción gramatical– estábamos “en democracia”, la libertad de estudiar o dejar de hacerlo, la de que no hay autoridad que pueda coartar la apetencia de cada cual ha sido la culpable de la situación con la que hemos de lidiar.
Sin educación, sin principios, sin valores y por tanto sin criterios, hemos ido dando tumbos en una carrera imparable hacia el desastre con el que nos podemos encontrar a poco que nos descuidemos.
El pueblo –ese que no se equivoca cuando conviene a los políticos– glorifica a los que viven del cuento y los que viven de contarlo. La tele basura, la prensa basura, las actitudes basura han sido encumbradas hasta el ditirambo por los voceros de tanta porquería que no son otra cosa que los muñidores de la miseria moral de una sociedad que fué otrora fuerte, recia, y que se regía, sin saberlo, por dos principios: el de asertividad y el de resiliencia; porque todo el mundo conocía sus derechos y sabía que podía invocarlos siendo respondido de inmediato por la justicia y todos sabíamos que cuando alguna desgracia se cernía sobre nosotros éramos capaces de soportarla, aguantar y rehacernos.
Los medios de ¿comunicación? detentadores de opinión, gurúes de tres al cuarto y ganapanes rimbombantes han maleado, manipulado, pastoreado al pueblo que, en medio de una indigencia intelectual pavorosa es fácil presa para los que aparentan saber y no saben otra cosa que beneficiarse de lo que sus trapisondas les proporcionan. Ninguna ética coarta sus opiniones, ninguna estética informa sus actitudes.
Al socaire de este ambiente no faltan quienes desde la política, desde los negocios, desde su soberbia intelectual han aprovechado para pescar en las aguas turbias de este río revuelto. Que ningún ciudadano haga mal su declaración a Hacienda porque le caerá encima todo el peso de la Ley que parece no regir para los que se han llevado millones de euros de las arcas públicas sin el menor rubor y sin devolver uno solo de esos euros. Muchos casos de corrupción millonaria se han dado y se siguen dando todos los días sin que veamos una sola sentencia ejemplar ni sepamos qué se ha hecho con el dinero que se nos ha robado a todos. 
Una de las grandes vergüenzas que he pasado ha sido la audición del Himno de España –que a mí me representa– en el primer partido de la Selección Española de Fútbol contra la de la República Checa. Me ha dado vergüenza comprobar que en Toulouse, el Himno ha sido escuchado con respeto mientras que cuando suena entre nosotros es pitado, abucheado, no respetado. Una minoría –dicen– es la que hace eso; pues a esa minoría querría yo ver cómo se le mete en cintura; libertad de expresión –dicen– y entonces yo tengo la sensación de que quienes lo dicen no saben de lo que están hablando.
Otra minoría –infecciosa ésta– es la que ha aparecido como consecuencia del Estado de las Autonomías. No sé bien si para mantener ese Estado o para que el Estado les mantenga a ellos tenemos 300.000 funcionarios que, a “ojo piojo”, para cuarenta millones de españoles me parecen una desmesura. Los alemanes son ochenta millones de criaturas y se las arreglan con menos. Claro que para que la cosa siga nos crujen a impuestos: Para unas repàraciones cuyo coste es de 4.600 euros, tendré que pagar entre IVA y licencia de obra unos 1.150 euros. ¿Parece razonable? Yo creo que no.
“El debate a cuatro” ha sido más de lo mismo: cuatro señores, cada uno a lo suyo, cuyo objetivo es conseguir más votos que los demás para “sacrificarse por todos” como nuevos redentores y “salvar a España”. La especie de los salvapatrias no está en peligro de extinción, pero sí lo está la del “hombre honrado”. Ser político significa meterse en todos los charcos imaginables e inventarse otros para seguir teniendo barro en el que chapotear… o refocilarse.
Si se leen determinadas noticias termina por creer uno que lo que más preocupa a los “equipos” asesores es el maquillaje de los debatientes, el atuendo, si van a llevar –o no– corbata y los colores de la vestimenta. ¡Apañados estamos! Miríadas de asesores de imagen, expertos en comunicación, interpretadores de gestos, echadores de cartas, expertos en tarot, saltimbanquis, titiriteros, patafísicos y otras especies pululan por estudios de televisión, emisoras de radio, redacciones de periódicos y revistas para darnos su visión –siempre categórica, siempre acertada, siempre exacta– de lo que los mortales de a pie que tengan un poco de sentido común y un mucho de criterios elaborados, pueden interpretar sin ayuda externa alguna. Es claro que las elucubraciones de la caterva de “expertos” que acabo de enumerar son válidas para esos otros mortales de a pie a los que la LOGSE ha empitonado de lleno y que serán convenientemente pastoreados por los prados de los intereses de éste o aquél partido político dependiendo de cuál sea el que pague al pastor.
No debemos olvidar que los políticos jóvenes son producto de la LOGSE cuyos resultados todos conocemos. Nada menos que el 75% de los que nos piden el voto para gobernar el Estado han sido educados en los principio de la peor de las leyes de educación que hemos tenido en el país y que como consecuencia de ello se oponen a la cultura del esfuerzo, del trabajo y del rendimiento, de manera que prefieren “dar pescado” a “enseñar a pescar” Son las consecuencias de deseducar a la ciudadanía y el mejor ejemplo de “pan y circo” desde los romanos.
Es evidente que un pueblo no educado es mucho más fácil de pastorear que un pueblo que tenga criterios; a éste último se le gobierna, no se le pastorea porque, entre otras cosas no se deja pastorear. Por eso es por lo que los debatientes no se pondrán nunca de acuerdo en que la Educación es algo de interés nacional y se librarán batallitas de escuela pública o concertada en lugar de ponernos de acuerdo en qué objetivo persigue la educación y, una vez determinado, empezar a trabajar seriamente en todo el territorio nacional por la consecución de ese objetivo.
En lo que sí hay consenso es en que la prisión sirve para regenerar a los que están prisioneros por delitos cometidos. Acabo de leer una noticia en la que se informe de que un preso ha terminado su bachillerato con una nota excelente y pretende estudiar medicina. Magnífica noticia; pero ¿alguien se ha parado a pensar en que un delincuente encarcelado recibe mejor trato y tiene más confort que un padre de familia con hijos, honrado a carta cabal, que se haya quedado sin trabajo?
Una prueba más de lo faltos de criterio que estamos es el comentario de Camacho –un futbolista que jugaba en el puesto de defensa y partidario de la testosterona como solución de problemas–  que ha dicho que se tenía que dar permiso en el trabajo y en los colegios para que la gente animara a España –se entiende que al equipò de fútbol, que no hay que confundir– en la competición por el campeonato de Europa. El señor Camacho, con todos mis respetos, confunde realidad con ficción porque: ¿va a desplazar a todos los seguidores que verán el partido por telvisión a los lugares en los que se jueguen los partidos? y, si no es así, ¿cuál será la misteriosa fuerza telúrica que llevará el ánimo hasta las mentes y los corazones de nuestros esforzados y mejor pagados representantes deportivos? ¿habrá descubierto el señor Camacho un nuevo elemento transmisor de sentimientos? ¿será el descubridor de una nueva metempsicosis? ¿la hará revivir?¿habrá conseguido meter en el corazón y en la garganta de cada uno de los aficionados presentes los de diez de los ausentes? Creo que el gobierno en funciones habría de consentir en lo que propone el antiguo seleccionador nacional de “fúrbol” no vaya a ser que nos perdamos el descubrimiento de la era por no apoyar una mínima experiencia de I+D+i.
Cuando escribo estas cosas que escribo y me refiero a “nosotros” lo hago pensando sobre todo en los españoles, pero no crean que por ahí en nuestro alrededor atan los perros con longanizas. No sé si es fruto del buenismo del que hablaba un par de folios más arriba al referirme a los que mandan a las fuerzas de orden público o a que son  nuevos aires de nuevos tiempos, pero las actitudes de los “aficionados” rusos, ingleses, franceses, no son modélicas precisamente. ¿Hay “álguienes” que se dedican a sembrar inquietudes entre las gentes de bien?¿hay un complot internacional que pretende mediante acciones violentas inducir al miedo? La pregunta que habríamos de hacernos todos es ¿por qué hemos llegado a tener una parte de la sociedad tan violenta y otra parte tan floja? Fíjense en la tele; no hay telefilme en el que no aparezca un arma de fuego y en muy pocos aparecen los protagonistas leyendo libros; los comentaristas deportivos, esos genios del balón “dividido”, de “el mismo (sic) área”, del jugador “que se escurre” –literal– plantean sus comentarios en clave de violencia: “hacer daño” es una frase que se repite, para mi gusto demasiado a menudo, en los comentarios de algo que habría de ser puramente deportivo. Lo peor es que como quiera que los que lo dicen copian frases unos de otros, el concepto “hacer daño” se extiende como algo deseable que consiga realizar el equipo de nuestros amores.
Y ya, metidos en fútbol y en sus derivados, vemos cómo Francia, la intelectual Francia, la Francia exquisita, la Francia antorcha de Europa está siendo tomada por la policía que se ve impotente para contener furias de “aficionados” … a la cerveza que se empeñan en demostrar con hechos que la teoría de la Europa unida, fraternal en la diversidad y todas las cursilerías que quieran poner ustedes a continuación no es otra cosa que un buen deseo.
Así, mientras nos disponemos a ver el partido contra los turcos entre España y Turquía, algunos refugiados estarán intentado llegar a las costas del norte del Mediterráneo… aunque habrá muchos que no lo conseguirán y el mar devolverá sus cadáveres hinchados a las playas en las que otros seres humanos –cuyo único mérito es haber nacido en un país rico– tomarán el baño durante sus vacaciones de este verano. No me gusta la imagen.
Otra cuestión que empieza a ser preocupante es la de la invasión del inglés en nuestro idioma. ¿Los culpables? los publicistas papanatas que a troche y moche siembran de palabras  del idioma de los del “brexit” sus anuncios porque creen que así “venden” más. El papanatismo y la falta de criterios del gran público –al que tiene entontecido la televisión– han hecho el resto. Pero no sólo ese papanatismo sino el de los “creadores” que son incapaces de manejar la riqueza de nuestro idioma de manera coherente. Llegará el momento en el que el “spanglish”, o como se escriba, sea un idioma, pero habrá que procurar que eso ocurra sólo en los EUA por el bien de nuestro idioma. A mayor abundamiento, TVE, a la que habría que quitar la E se entretiene en llevar canciones a esa magnífica horterada que es Eurovisión cantadas en inglés, ¿quieren una claudicación mayor? Si nunca ganamos el festival, ¿a qué empeñarse en cantar cosas que el muchostantos por cien de españoles no entendemos? Más nos valdría presentar un buen producto televisivo –eso es ahora Eurovisión, que no un concurso de canciones– realizado en español por españoles y dejarnos de tanto gross rating point, branding, backstage, input, planner, timing, streetmarketing y tantos otros “palabros” que pueden decirse en nuestro idioma cuya riqueza léxica es incuestionable… por el momento; pero como no la conocemos ni levantamos una lagartija del rabo en el conjunto de las naciones que pintan algo, habremos de resignarnos a nuestra suerte.
Lo de la salida de Inglaterra de la UE es algo que cada cual interpretará como le parezca mejor. Yo prefiero no estar con un socio que no me quiere; pero Draghi lo ha dicho más claro que nadie: “Fuera es fuera”. Por lo tanto, como dirán los hijos de la Gran Bretaña “el Continente aislado de Inglaterra”. Lo cierto es que me alegro de no tener que soportar las miradas por encima del hombro de los tontolabas de Inglaterra que parece que hayan salido de la pata del caballo del Cid. No han sido otra cosa que gentes aprovechadas que han hecho de su manera de vivir un modelo de mercadotecnia –que no de “marketing”, que es palabra bárbara– que han vendido a todo el mundo. La RAE haría bien en ir espurgando de palabros derivados del inglés sus diccionarios para no tener que soportar la insufrible invasión de los términos que usan los gilipollas de turno: políticos, financieros, publicistas y otras especies raras. Habría que empezar por pasar de lo políticamente correcto a lo racionalmente necesario, pero con prisas, en caliente, sin dar tiempo a que el enojo se enfríe.
Es muy probable que nos esperen tiempos de penuria que nuestra blanda sociedad compuesta por individuos hartos de todo no va a ser capaz de digerir, pero eso, si no mata, hace más fuerte. Desde antes de la caída del Imperio Romano, cuando los lechosos aún andaban en taparrabos, los hijos de la rubia Albión se han dedicado a apoderarse de lo de los demás, unas veces por la fuerza y otras forzando el derecho al que siempre han interpretado en clave de conveniencia. En los negocios que el resto del mundo ha mantenido con ellos siempre han salido gananciosos. Ahora tenemos el temor de que su nueva orientación nos empobrezca; creo que no hay que temer porque durante todo el tiempo que llevamos negociando con ellos no nos hemos enriquecido. Hay que empezar por ponerlos en su sitio incluso desde nuestra posición de partida de desventaja debida a que ellos han robado mucho, desde tierras hasta mares pasando por fortunas de otros. Y si  no me creen, lean la Historia de verdad, no la que han ido imponiendo ellos al socaire de que sus hisatoriadores, sus científicos, sus sabios eran mejores historiadores, mejores científicos, más sabios que los de los demás.

En eso no les falta razón, porque casi todo el resto de europeos –particularmente los españoles– les hemos dejado el balón del esfuerzo, del estudio –“que inventen ellos”– y de la perseverancia; aquí nos hemos dedicado a improvisar fiádonos del genio y sin pensar que el genio es “un diez por ciento de inspiración y un noventa por ciento de transpiración” como me han contado que dijo alguien.

Energúmenos


Habría que hacer una taxonomía del energumenismo en la que se incluyeran todas las clases de especímenes que pueblan la escala evolutiva.
Al referirnos a ellos solemos representárnoslos como personas que vociferan entre grandes aspavientos mientras insultan al mortal que tienen delante y lo apabullan tanto con la potencia de sus voces cuanto con su actitud agresiva y esos podrían ser el primer escalón, el más próximo al animal y –quizás– el que menos maldad entraña. Suele ser el reventador de reuniones, el voceras que se destaca por el volumen del sonido de sus expresiones … y por su falta de razonamiento para apoyar lo que grita. Es el que en cualquier reunión aparece como el impartidor de consignas, de los ¡viva! y ¡muera! que toque en cada caso, el que insulta sin motivo aparente que lo ligue con el insultado y el que se escuda en la masa para creer que tiene poder. Podríamos clasificarlo como el energúmeno “público”.
Pero no es éste el único energúmeno que habría de entrar en nuestra clasificación; este energúmeno público es apenas un aprendiz de la maldad que entraña alguno de los energúmenos no tan notorios: es un energúmeno “privado” el esposo, pareja, amante que anula a su esposa, pareja, amante, destrozándole la autoestima y manipulando la personalidad de quien empezó a estar con él por ese riego de hormonas en sangre que hemos dado en llamar amor cuando la juventud hacía estragos en su organismo. Es ésta una especie particularmente peligrosa pporque no da la cara hasta que ha logrado destrozar la vida de la otra persona apabullándola en principio con su fuerza y luego con la imposición y el terror que causa en la otra que, de pronto, se da cuenta de que su vida es peor que la esclavitud porque aparentemente todo es normal para los demás en las relaciones con el energúmeno y la cobardía de éste hace que su lacra no sea conocida por quienes rodean a la pareja.
No obstante lo antes dicho, el energúmeno “privado” puede ser ella y no voy a llamarla “energúmena” porque no es el género lo que determina la maldad sino la actitud del ser que la pone en evidencia. También es energúmeno “sutil” la fémina que atormenta a su pareja haciéndole ver las carencias y las limitaciones de su comportamiento constantemente, permanentemente, insistentemente sin pensar en que ése es el carácter de la persona que convive con ella y que en lugar de atormentar podría tomar la decisión de seguir un camino distinto en la vida que el que le liga a ese ser.
Hay otros energúmenos públicos que se dedican a negar el pan y la sal a una persona que “aparentemente” ha tenido un comportamiento no ético. Son los que dan carnaza a la prensa para que ésta llegue a aplicar la pena de telediario al supuesto infractor de las cosas de la ética. De éstos los hay abundantes e insistentes. Son los que no piensan –o si lo piensan les importa un pito– que hay personas que lo único que tienen es su honra; quizás sea porquye lo de la honra se la trae al pairo a estos energúmenos. Éstos, los  energúmenos “tapados” son los que mueven a los energúmenos “públicos” a manifestarse como se manifiestan en cuanto tienen la ocasión. Suelen habitar en las inmediaciones del poder público y los hay de todos los colores aunque predominan los de colores cálidos, quizás porque a los de colores fríos les cuesta más moverse dada la temperatura.

Por último –sin pretensiones de ser exhaustivo, ni de pontificar– están los más peligrosos, los “sibilinos”; éstos no dan puntada sin hilo, tergiversan lo que le preguntan para responder lo que les da la gana para seguir emitiendo su mensaje fétido que, de repetido, llega a calar en las mentes más débiles, de los que no son capaces de elaborar por sí mismos un discurso coherente. Reparten su veneno con cara estólida y maneras monjiles esperando que se les responda alguna vez como se merecen para transformarse en víctimas y concitar la animadversión de los ciudadanos “papamoscas” hacia los que no piensan exactamente igual que ellos. Pontifican y dan etiquetas de uno u otro signo sin más autoridad que la de su capacidad embaucadora de serpiente venenosa. Se ponen “moraos”.
Ésta es sólo una aproximación a la taxonomía y animo a quienes quieran ampliarla a aportar sus ideas. Publicaré todas las que me gusten.

Toni(n) el de “La Cuba”

viernes, 18 de noviembre de 2016

Una puntualización


 Siento la necesidad de aclarar algo que, a mi entender, debo poner en negro sobre blanco para que no haya malas interpretaciones posteriores.
Lo hago a título personal y como persona individual no obstante atañer lo que quiero aclarar al colectivo “Grupo de Lectura de Navajas”.

Como es sabido, esta asociación ha venido realizando actividades a lo largo del año que han tenido eco entre la población de aquí y entre nuestros visitantes. De esas actividades he participado y pienso seguir participando en tanto en cuanto no se me coarte la libertad ni el espacio necesario para seguir “haciendo cosas”.

El motivo de esta aclaración es puntualizar acerca de parte del contenido del folleto que “Alternativa por Navajas” ha publicado con motivo de la Asamblea que realizó el pasado domingo día 13 de noviembre.

Como se podrá apreciar en la fotografía que adjunto a estas líneas –la cual figura en la segunda página del folleto citado–  se enumeran las actividades realizadas en Navajas durante el verano pasado.

La portada del folleto –la primera página– indica bien a las claras que su contenido trata de algo que se relaciona directamente con “Alternativa por Navajas” como se puede ver en la foto que inserto al margen.

         De esas dos circunstancias se podría deducir que todas esas actividades las ha realizado el grupo de Gobierno del Ayuntamiento y, por tanto, que –en la parte en la que mi participación ha existido– he estado colaborando sólo con una parte del Ayuntamiento y no con todo él; por eso quiero dejar claro que mi participación ha sido siempre con el Ayuntamiento de Navajas, con todo el Ayuntamiento, sin exclusión de ninguno de los grupos políticos que lo conforman. Así lo he venido haciendo desde siempre y así espero poder seguir haciéndolo en el futuro.

Toni(n) “El de la Cuba”

domingo, 15 de mayo de 2016

Las siglas y los partidos

La coalición entre Izquierda Unida y Podemos ha andado dándole vueltas al nombre con el que se vaya a presentar a las próximas elecciones; finalmente –en un alarde de inventiva, imaginación y poesía han encontrado lo que buscaban: se llamarán “Unidos Podemos”.
Las (-os) criaturas (-os) ya están contentas (-os) y tienen con qué ser identificadas (-os) a pesar de que algunos (-as) han manifestado sus opiniones (-as ) en relación con el (-la) invento (-a).
Algún votante –voy a dejar de soliviantar la paciencia de los que me lean y escribiré en  el castellano que considero correcto– ha puesto de relieve que lo de “Unidos” es decididamente machista y propone que sea “Unidos y Unidas Podemos” o “Unidas y Unidos Podemos”, que no es baladí el lugar que ocupa en la frase cada palabra. Otros opinantes echan en falta la palabra “Izquierda”, porque en el nuevo nombre figura completo el del partido de los podemitas, pero falta parte del de los comunistas de raigambre; por lo tanto, dando por bueno el que ha sido elegido, una propuesta que diera satisfacción a todos habría de ser: “Izquierdas (os) Unidas (os) Podemos”, o, por hacerlo más llevadero: “Unidos (as) los (as) de Izquierdas (os) Podemos”
Ya sé que he caído de nuevo en el pecado de atacar la paciencia del lector, pero no tenía otro medio de poner de relieve a qué extraños rincones del lenguaje lleva la obsesión por “clarificar” el sentido de la frase.
Un servidor, en su afán por ser útil a la humanidad en su conjunto, se ha devanado los sesos intentando encontrar un nombre que satisfaga a todos y en ese afán ha encontrado la solución al conflicto razonando de esta forma: Habría que incluir las siglas de Izquierda Unida en el nombre de Podemos de modo que en la palabra resultante se identifiquen ambos partidos; así, me decidí a cambiar la primera “o” de Podemos y la “e” siguiente por las siglas “I U” que son las que hacen reconocible al partido del señor Garzón y el resultado fue un “Pidumos” rarito y novedoso aunque –cómo les diría yo– no me satisfizo nada. Volví a darle vueltas al asunto y llegué a la conclusión de que el nombre que habrá de llevar la famosa coalición es el de “Pudimos” porque está mucho más acorde con lo que han venido haciendo y  satisfará, sin duda, incluso al resto de partidos políticos.

Y mientras discurría todo ésto, “los turcos fueron y ¡plaf!, tomaron Constantinopla!”
Toni(n) el de "La Cuba"

viernes, 22 de abril de 2016

Hasta el moño

Tengo la extraña sensación de que me están tomando el pelo. En realidad la sensación es la de que nos están tomando el pelo. A todos, colectivamente, con alevosía y cachondeo como decía el chiste de aquella señora a la que pilló su marido en pleno meneo con otro maromo.
Llevamos desde las elecciones escuchando al conjunto de los componentes de las cúpulas de los partidos políticos que “las urnas han hablado” y que “el mandato del pueblo es el de pactar” para constituir un gobierno.

Dejando aparte la ridiculez de las dos afirmaciones –pero partiendo del argumento que las cúpulas esgrimen– resulta que lo que han dicho las urnas que había que hacer en esta desdichada nación –pactar– no han sabido, no han podido o no han querido lograrlo entre todos los que componen la clase política. Cuando a alguien se le encarga algo que es de vital importancia y  ese alguien no lo logra, se le sustituye por otro que aborde la consecución desde otro punto de vista; por lo tanto, las repetidas cúpulas de los diferentes partidos que –como he dicho antes– no han sabido, no han podido o no han querido lograr el pacto deben irse a su casa. Cada uno a la suya y a dedicarse a lo que quiera que fuera que hicieran antes de meterse a redentores políticos. Todos. Y de manera especial los que faltan a la coherencia mínima que ha de tener el que adquiere responsabilidades políticas; me refiero al señor Iglesias que se queja de que su formación no tenga un lugar en la Diputación Permanente del Congreso diciendo que "le han apartado entre todos los demás".
El barrizal en el que se ha convertido España por mor de los bolsillos de algunos o por la desvergüenza de otros ha sido generado por los polvos de tiempo atrás que han traído los lodos que enfangan cualquier cosa pública que se investigue con un mínimo de rigor y otro poco de profundidad. Las instituciones están a los pies de los caballos –sólo faltaba la noticia de los jueces dando conferencias pagadas por Ausbanc– y la que no lo está –el Ejército– no es bien vista por algunos que tienen responsabilidades de gobierno, ¿no es cierto señora Coláu?
¿Nos hemos vuelto todos locos?
Es imprescindible que la ciudadanía tome clara conciencia de lo que nos jugamos en esta extraña segunda vuelta electoral que  se avecina y se deje de ideologías estériles para ocuparse de lo que es importante: resolver los múltiples problemas que tiene España –así, con todas las letras– haciendo que la Ley, la Moral y la Justicia sean las que informen todo el contenido de la acción del gobierno que nos lleguemos a dar. Siempre ha sido malo dividir las fuerzas y ahora nos encontramos más divididos que nunca precisamente cuando más necesaria es la cohesión social.

Toni(n) “el de la Cuba”

martes, 29 de marzo de 2016

GRACIAS

Creo que es de razón felicitar a cuantos intervinieron en la Recreación de la Belle Époque del Domingo de Pascua porque los esfuerzos que realizaron fueron coronados no diré por el éxito, que resulta algo excesivo y un punto efímero, sino por el aprecio de los que acudieron a los actos que se llevaron a cabo.
La emoción del Encuentro en el Huerto en que transforma la Plaza año tras año la que será proclamada Reina de las Fiestas, al frente de su Corte de Honor, con las Cortesías –esa es una ceremonia que debe potenciarse porque es “nuestra”– que también son realizadas un año tras otro por los que recibieron en herencia ese honor de sus mayores.
El año pasado tuvo lugar la primera recreación que, una vez puesta en escena contó, como es habitual , con el beneplácito de unos y las críticas de otros. Las felicitaciones fueron bien recibidos y las críticas… nos ayudan a crecer, así es que las admitimos y seguimos adelante, lo que quiere decir que este año decidimos superar lo que se consiguió el año pasado. Las cifras demuestran que lo hemos conseguido; pero las cifras son frías y no basta con que hayamos duplicado el número de personas que se han vestido “como en” los años primeros del siglo XX; no basta con que el número de los seguidores del paseo en el que explicamos la pequeña historia de nuestro pueblo se haya casi quintuplicado; lo que importa es que la ilusión por este tipo de actos ha prendido entre nosotros y podemos seguir llevándola adelante en las mejores condiciones porque contamos con los elementos en los que las recreaciones no tienen que ser ambientadas porque están hechas, de verdad, en los lugares en los que ocurrieron, sin aditamentos ni cartón piedra.

Grupo de recreacionistas de 2016
Es indudable que sin la estrecha colaboración del “Grupo de Lectura de Navajas” con el Ayuntamiento, las cosas no hubieran salido tan bien; pero también es cierto que la aportación del matrimonio Federico Bonet, Mar Edesa cediéndonos su casa con una generosidad que ha ido más allá de lo estrictamente necesario– ha contribuido de manera decisiva a que las opiniones de propios y extraños que nos han llegado sean de una rara unanimidad en sentido positivo.
Lo mismo podemos decir de Mari Carmen Torija-Gascó Cuadrado, que nos sigue permitiendo entrar en su casa como si fuera nuestra aún en su ausencia y de María Dolores Boluda Fos que de manera espontánea y sin que hubiera necesidad de pedírselo, abrió el jardín del Huerto de Fos a los visitantes.
El “Grupo de Lectura de Navajas” es deudor del que ellos denominan “Grupo Belle Époque de Navajas” porque se esforzaron por orientar nuestro desconocimiento a fin de que quienes nos vestimos de época no fuéramos disfrazados, sino ataviados de la manera más propia posible. A todos ellos es obligado dar las gracias.
Y no podemos olvidar –tampoco queremos hacerlo– a las personas que desde la sombra de su trabajo callado han contribuido a que todo esto fuera más auténtico: Amalia Sabio, Carmen Monterde, Rosario Gallart, Ana Beltrán –que ha ido mucho más allá de sus estrictas obligaciones laborales– Joan, el becario del Ayuntamiento que se unió a nosotros pese a de no encontrarse bien y todos cuantos de manera directa o indirecta han participado –fotógrafos, personas que han ido contando en ese "boca a oreja" moderno que es internet lo que aquí vivieron–  que se han estado esforzando durante días para llevar a buen término un cometido que queremos que sea de todos porque a todos beneficia.
A todos, que Dios se lo pague.

Toni(n) “el de La Cuba”

jueves, 24 de marzo de 2016

Recreación de Belle Époque

Hay veces en que las cosas salen sin más mientras que en otras ocasiones cuesta llevar a buen término una idea que parecía de realización fácil. En cualquier caso, una vez concebida la idea hay que ponerse al avío y llevarla a la práctica; entonces es cuando uno se da cuenta de que la realización tiene sus angosturas, sus dificultades, sus desengaños y sus desilusiones. 

Pero si alguien sólo tiene la idea y no pone su empeño en llevarla a la práctica, esa idea se queda en el limbo "de lo que pudo haber sido y no fue" y no se llega a realizar. Así son las cosas.

El año pasado en el "Grupo de Lectura de Navajas" que aún no estaba constituido en asociación aunque ya pensábamos en hacerlo, tuvimos la idea de aprovechar nuestro entorno, el que nos proporcionan los Huertos, para montar un paseo de recreación. Como dije en aquel momento –os ofrezco mis excusas por citarme– no tenemos en Navajas un castillo, ni héroes victoriosos, ni personajes  de leyenda en los que inspirarnos para poder mostrar lo que nuestro pueblo atesora y hacerlo de una manera digna. 

La alfombra de 2015 diseñada y realizada por Manolo Rodríguez
con alguna ayuda en la realización.
Ofrecimos la idea al Ayuntamiento y éste respondió realizando un bello Huerto de Pascua en cuya confección  tomaron parte la Reina de las Fiestas con su Corte, creo recordar –no quisiera olvidar a nadie– que representantes de los grupos políticos y algunos voluntarios. También tuvimos una magnífica alfombra diseñada y realizada por Manolo Rodríguez que es generoso en su ofrecimiento en todo cuanto considere que es beneficioso para el pueblo. Allí se desarrolló la ceremonia de las Cortesías que es singular en nuestro pueblo. Una mañana de Pascua completa.

La iniciativa fue secundada de inmediato por Ana Beltrán, de Tourist Info que se encargó del alistamiento de los visitantes que quisieron unirse a nosotros en la visita a los Huertos de Federico y Mar, el de los Angulo –que se quedaron sorprendidos pero encantados de atendernos al vernos entrar a pesar de que yo había solicitado, como al resto de propietarios, el permiso para visitarlo–, el de Cuadrado y el de los Blanco.

La satisfacción de los que nos acompañaron –a los que explicamos la pequeña historia de las casas y de los lugares por los que pasamos– fue grande y así lo manifestaron. El desconocimiento de muchas personas acerca de esta época de Navajas fue satisfecho en parte y nos incitó a seguir investigando para tener más material con que montar nuevas recreaciones... para no repetirnos.

Los Huertos de Navajas –que fueron edificados para que sus propietarios vinieran a veranear con sus familias en los tiempos de los largos veraneos– nos ofrecen un conjunto que hace que el nuestro se diferencie del resto de los pueblos de la comarca del Alto Palancia; que nos distingue y nos singulariza en tanto que pueblo. En ellos nos basamos para revivir, siquiera sea por unas horas, el esplendor pasado que fue mucho.

Este año, seguimos al pie del cañón y el Ayuntamiento ha estado colaborando con nosotros para que la recreación sea más exitosa que la del año anterior. No superarse es retroceder. Habrá este año más personas vestidas como en la época  –no "disfrazadas de"– y lo que es más importante, personas que vivimos en el pueblo y que nos sumamos a la iniciativa del "Grupo de Lectura de Navajas".

En Teruel empezaron siete personas y han convertido su recreación en un acto al que acuden muchas gentes de diferentes procedencias. ¿Seremos capaces nosotros de dar un salto cualitativo en la recreación que ya tenemos programada para el día cinco de junio? Cualquier persona que esté interesada en participar de esta fiesta puede hacerlo dirigiéndose al "Grupo de Lectura de Navajas" –diciéndolo en este blog, al teléfono 620.828.775– a Tourist Info directamente o en su página web.

Cualquiera que quiera participar será bien venido y la proporcionaremos cuanta información requiera.

Toni(n) "el de La Cuba"

domingo, 28 de febrero de 2016

Dos protagonistas de la "Crida" de 2016

Acabo de ver la Crida. Es éste un acto con el que se da comienzo a las fiestas de las Fallas en Valencia. Una muchedumbre se reúne a los pies de las Torres de Serranos –las que se construyeron abiertas por detrás para que nunca pudieran ser empleadas en contra de los habitantes de la capital– para celebrar ese acto que para los falleros es fundamental, es importante, es la reafirmación de su pertenencia a un colectivo que hace de la fiesta su bandera de identidad y de ésta su modo de entender la valencianía.
El acto reviste a mi entender los ingredientes de fiesta popular, de agrupación del pueblo en torno de sus símbolos y los de acto oficial al que las primeras autoridades de la Comunidad y de la ciudad que es “Cap i Casal”, asisten porque es preceptiva su presencia.
La Crida del año pasado fue el principio del fin de doña Rita Barberá que, al parecer andaba pasada de vueltas cuando dijo lo del “caloret”. Este año hacía fresco o casi frío junto al Turia y las máximas autoridades asistentes al acto han dejado de estar a la altura que el acto merece.

El señor Puig –me niego a llamarle don Ximo– o no se sabe el Himno Oficial de la Comunidad que preside, o si lo sabe no ha querido cantarlo. Durante el acto ha permanecido luciendo su estólida sonrisa de salir del paso y excepto al final, cuando los vivas, no ha dado señales de querer “ofrendar nuevas glorias a España”.
En cuanto al alcalde Ribó, ha asistido, de acuerdo con su costumbre, impropiamente vestido. Un hombre público ha de parecerlo y no puede llegar a un acto protocolario vestido como si fuera a una excursión de pesca. Un traje y una corbata le hubieran ido mejor que su populista atuendo que sólo los que le sean muy afines entenderán como un gesto de acercamiento. Hay una parábola en el Evangelio que habla de los invitados a una boda que es muy fácil de entender, léala; y la mujer del César no sólo ha de ser honrada, además tiene que aparentarlo. Si el señor Ribó, don Juan, antepone su comodidad al protocolo, mal vamos; si con su vestimenta de hoy lo que hace es anteponer al protocolo sus ideas, es que éstas se quedan en lo textil y entonces vamos peor. 
Por si fuera poco, su discurso leído como con desgana no pasará a los anales de la oratoria; leído como con vergüenza, a trompicones como si no fuera con él lo que se estaba celebrando.
Las cámaras han enfocado durante poco tiempo al señor alcalde, pero durante el tiempo que le han mantenido en pantalla no se le ha visto hacer más que movimientos con la boca para “simular” que estaba cantando el Himno, lo que añade a la ignorancia culposa la voluntad de engañar al respetable. No me ha gustado nada.
Debe ser que los dos señores que tienen tan altas representaciones son muy “suyos”, en lugar de ser un poco más “de todos” puesto que a todos tienen la obligación de representar.
Es posible que ambos sean –como circula por ahí– declarados pancatalanistas que pretenden ignorar una historia evidente para someterla a los caprichos de los separatistas del nordeste.
Voy a permitirme dar un consejo a los dos señores aludidos, porque es prerrogativa de los mayores aconsejar aunque no se nos haga caso: apréndanse el Himno, compren corbatas y olvídense de Cataluña, porque el pueblo valenciano necesita de la experiencia, la sabiduría y la honradez que han pregonado durante sus respectivas campañas electorales para salir de la situación en la que estamos al decir de ustedes. Si empiezan otra vez la guerra de símbolos y de identidades, volveremos a tiempos de los que todos nos alegramos de haber salido.

Toni(n)  “el de La Cuba”

lunes, 22 de febrero de 2016

¿A dónde vas Europa?

La Unión Europea ha hecho, una vez más, el ridículo. Viene haciéndolo de manera inveterada sin que ninguno de sus próceres se quiera dar cuenta de hasta qué punto tiene hasta el “pirri" a los ciudadanos que creían de buena fe en el significado de la palabra “unión”. Hubiéramos tenido que quedarnos en lo de “Comunidad Económica Europea” que es de lo que no ha pasado la Europa de los mercaderes –de los mercachifles más bien– que nos ha conducido a los ridículos en los que vamos cayendo.
Ya me manifesté en este cuaderno acerca de lo que me parecía el acuerdo con los turcos y estamos viendo las primeras consecuencias de estos acuerdos de manera que –sin haberse apagado los ecos de las nuevas reclamaciones de Turquía para cumplir aquello por lo que se le ha pagado espléndidamente– nos metemos de hoz y coz en un acuerdo con la nunca suficientemente ponderada Albión que –como acostumbra– reclama para sí todas las ventajas sin arrostrar ninguno de los inconvenientes de pertenecer a un club del que no puede prescindir por mucho que presuma. Cierto es que ese club tiene muy difícil seguir adelante sin la participación de los anglosajones, pero no tendrá otro remedio que hacerlo si no quiere que ellos sigan tirando de la teta que el resto engordamos. 
La cosa es más simple de lo que parece: si usted no quiere respetar las normas del juego, deje de jugar; pero deje de jugar del todo aunque el resto hayamos de apretarnos el cinturón, que no vendrá mal, a esta sociedad de hartos que es “Uropa”, conocer lo bien que van unas penurias para apreciar lo que se conquista con esfuerzo. Limitar los derechos de los ciudadanos de la mal llamada “Unión Europea” por parte de uno de sus miembros no habría de ser admitido por ninguno de los del resto de los componentes de ese club. Lo diga el señor Rajoy o su porquero, lo diga la señora Merkel o el presidente de turno del grupo; lo diga quien lo diga
Los ciudadanos de Europa, de toda la Europa geográfica habremos de ir pensando en vivir de acuerdo con nuestras posibilidades porque hacerlo de otra manera es política-ficción, economía-ficción, geopolítica-ficción. De seguir el camino que hemos emprendido no haremos otra cosa que dar alas a los Pablos y Pedros que se ocuparán más de “ir contra” –sus hechos lo demuestran– que de estar “a favor de…” como sería lo deseable.
Y ahora, a pensar que p’a eso estamos…

Toni(n) el de “La Cuba”

martes, 2 de febrero de 2016

¿Quién sabe dónde?

Ésa podría ser una buena pregunta para averiguar lo que me propongo. Las cosas que han sido donadas al ayuntamiento o que el ayuntamiento ha comprado pertenecen a todos nosotros. Son propiedad de todos los vecinos y hemos de tener a orgullo ser poseedores de ellas y disfrutar de su uso, de su belleza o de la historia que llevan consigo.
Lo digo a cuento de que hay tres objetos cuyo destino me preocupa y que, al parecer, nadie sabe dónde se encuentran. Voy a ir enumerándolos para que si algún lector sabe dónde pueden ser localizados con el fin de ponerlos en valor porque escondidos, guardados, ocultos, esos objetos pierden todo su sentido.
Empezaré por la piedra fundacional del ayuntamiento acerca de la que han escrito Juan Antonio Torres Gascón –de feliz memoria–  Vicente Villalba Martín y Pilar Vañó. Esa piedra –rota ahora– que localizó Ramón Sáez (q.e.p.d.) dando la pista a Juan Antonio para que éste la rescatara, “debe estar” en algún almacén del ayuntamiento; no sé en cual, pero sea en el que sea ése no es su lugar ya que la lápida lleva la inscripción fundacional de la casa consistorial en el tiempo del rey Carlos III. Estimo que habría de ser restituida al lugar que le corresponde –que, a mi entender, no es otro que la fachada del museo Manolo Rodríguez– ya. Si las tareas de colocación en su sitio son excesivamente onerosas para las posibilidades del ayuntamiento actual, hágase saber para que, entre los que queremos que vuelva al sitio del que nunca debió ser arrancada, veamos el modo de sufragar los gastos que la tarea lleve aparejados. 
"Año 1(7)80, 2(0) del rey-nado..."
Pilar Vañó podría asesorar al ayuntamiento acerca de la pertinencia de colocar esa lápida en el sitio que le corresponde; estoy seguro de que si se requiere su participación lo hará con gusto… y con el rigor necesario para que el resultado sea algo digno.


Antes de 1986 el cerco que a modo de maceta contiene al Olmo tenía una fuente de la que manaba un abundante chorro de agua por la boca de un león humanizado hecho de latón. Justo el que puede ser visto aquí. 
El "león" de la fuente de la Plaza hasta 1986
Al poner el relieve de Manolo Rodriguez durante las celebraciones del 350º aniversario de la plantación de nuestro árbol más querido, el león humanoide desapareció y de él “nunca más se supo”. O, al menos un servidor de ustedes no tiene noticia alguna de que pueda ser encontrado. Habría que intentar al menos, reconstruir la trayectoria de esta pieza, que es de todos, para hacer con ella lo que se estime más conveniente. Alguien que haya estado en los sucesivos ayuntamientos desde 1986 ha de saber donde pueda estar ¿o es que a nadie se le ha ocurrido pensar que es obligación de los que ostentan la representación de todos la guarda y custodia de los bienes comunes? desde aquí solicitamos con todo respeto y con toda firmeza que sea encontrado el adorno del que casi todos tenemos recuerdo.
El tercer elemento me toca muy de cerca porque tuve una intervención directa en conseguirlo para todos. Con motivo de la edición del sello del Olmo, y gracias a una indicación que me hizo en un aparte Gemma Llopis Torija-Gascó, conseguí para todos y para ser colocado en la fachada del ayuntamiento un buzón de Correos con la forma de la cabeza de león con las fauces abiertas.
Éste no es el nuestro, pero se le parece...
El buzón que fue colocado y estuvo allí hasta que se emprendió la remodelación de la casa. Es de suponer que sería acopiado con el resto de objetos dignos de ser conservados y que está en algún lugar de almacenamiento de “trastos”. ¿Dónde está? ¿No podría ser colocado en algún lugar para singularizar de alguna manera el servicio de Correos de nuestro pueblo?

Son tres cosas, tres objetos que pertenecen a nuestro pasado histórico, desde el más lejano al más reciente y es sabido que el pasado es lo que existe porque el presente es la fugacidad y se transforma en él de inmediato y el futuro aún no está aquí.
Toni(n) "el de La Cuba"

sábado, 30 de enero de 2016

Va de guardias

He de decir, antes de ponerme a escribir lo que voy a contar, que desde que tengo uso de razón la Guardia Civil me ha merecido un respeto imponente. No por miedo, que nunca me lo ha inspirado un miembro del benemérito cuerpo, sino por que he considerado siempre que su existencia, su vigilancia y su entrega más allá de lo que sería esperable de la escasez de medios con que han contado los números que integran sus filas. Así es que vaya por delante mi admiración por ellos

No es ninguna tontería lo que han tenido que trabajar mandos y números cuando allá por los años veinte del siglo pasado habían de vigilar que bienes y personas tuvieran la seguridad que era esperable y exigible en una nación  moderna.
Lo que les voy a contar dicen que ocurrió en un pueblo perdido en una de las serranías de nuestra nación. Un pueblo de unos tres mil habitantes en el que había un cuartel de la Guardia Civil comandado por un sargento de los típìcos sargentos de la época del tricornio .
Un buen día, en el telégrafo del cuartel se recibió un telegrama del Gobernador Civil de la provincia que rezaba de esta guisa:
“Del Gobernador civil de la provincia de Z
al Sargento Comandante de Puesto de la Guardia Civil ZZ.”
“Detectado próximo seísmo con epicentro en esa localidad. Stop.Tome medidas pertinentes para neutralizar consecuencias. Stop. Deme cuenta del resultado de las acciones tomadas”.
Pasaba los meses y en Gobierno Civil no se recibía repuesta alguna a la orden que tan previsoramente había dado el señor Gobernador. Finalmente, un buen día –tres meses después del envío– se recibió un telegrama que aclaró el misterio; el texto era el siguiente:

“Del Sargento comandante de Puesto de la Guardia Civil de ZZ
al Excmo. Sr. Gobernador Civil de la provincia de Z.”
“Epicentro y seis compinches detenidos a las pocas horas de recibido el telegrama de su Excelencia. Stop. Todos han confesado su participación en el movimiento sísmico anunciado. Stop. No hemos podido comunicarnos antes porque hemos sufrido un terremoto que nos ha mantenido aislados durante tres meses”.
Eficacia se llama esta figura.

Toni(n) “el de La Cuba”