Creo que es de razón felicitar a cuantos intervinieron en la Recreación de la Belle Époque del Domingo de Pascua porque los esfuerzos que realizaron fueron coronados no diré por el éxito, que resulta algo excesivo y un punto efímero, sino por el aprecio de los que acudieron a los actos que se llevaron a cabo.
La emoción del Encuentro en el Huerto en que transforma la Plaza año tras año la que será proclamada Reina de las Fiestas, al frente de su Corte de Honor, con las Cortesías –esa es una ceremonia que debe potenciarse porque es “nuestra”– que también son realizadas un año tras otro por los que recibieron en herencia ese honor de sus mayores.
El año pasado tuvo lugar la primera recreación que, una vez puesta en escena contó, como es habitual , con el beneplácito de unos y las críticas de otros. Las felicitaciones fueron bien recibidos y las críticas… nos ayudan a crecer, así es que las admitimos y seguimos adelante, lo que quiere decir que este año decidimos superar lo que se consiguió el año pasado. Las cifras demuestran que lo hemos conseguido; pero las cifras son frías y no basta con que hayamos duplicado el número de personas que se han vestido “como en” los años primeros del siglo XX; no basta con que el número de los seguidores del paseo en el que explicamos la pequeña historia de nuestro pueblo se haya casi quintuplicado; lo que importa es que la ilusión por este tipo de actos ha prendido entre nosotros y podemos seguir llevándola adelante en las mejores condiciones porque contamos con los elementos en los que las recreaciones no tienen que ser ambientadas porque están hechas, de verdad, en los lugares en los que ocurrieron, sin aditamentos ni cartón piedra.
Grupo de recreacionistas de 2016 |
Es indudable que sin la estrecha colaboración del “Grupo de Lectura de Navajas” con el Ayuntamiento, las cosas no hubieran salido tan bien; pero también es cierto que la aportación del matrimonio Federico Bonet, Mar Edesa cediéndonos su casa –con una generosidad que ha ido más allá de lo estrictamente necesario– ha contribuido de manera decisiva a que las opiniones de propios y extraños que nos han llegado sean de una rara unanimidad en sentido positivo.
Lo mismo podemos decir de Mari Carmen Torija-Gascó Cuadrado, que nos sigue permitiendo entrar en su casa como si fuera nuestra aún en su ausencia y de María Dolores Boluda Fos que de manera espontánea y sin que hubiera necesidad de pedírselo, abrió el jardín del Huerto de Fos a los visitantes.
El “Grupo de Lectura de Navajas” es deudor del que ellos denominan “Grupo Belle Époque de Navajas” porque se esforzaron por orientar nuestro desconocimiento a fin de que quienes nos vestimos de época no fuéramos disfrazados, sino ataviados de la manera más propia posible. A todos ellos es obligado dar las gracias.
Y no podemos olvidar –tampoco queremos hacerlo– a las personas que desde la sombra de su trabajo callado han contribuido a que todo esto fuera más auténtico: Amalia Sabio, Carmen Monterde, Rosario Gallart, Ana Beltrán –que ha ido mucho más allá de sus estrictas obligaciones laborales– Joan, el becario del Ayuntamiento que se unió a nosotros pese a de no encontrarse bien y todos cuantos de manera directa o indirecta han participado –fotógrafos, personas que han ido contando en ese "boca a oreja" moderno que es internet lo que aquí vivieron– que se han estado esforzando durante días para llevar a buen término un cometido que queremos que sea de todos porque a todos beneficia.
A todos, que Dios se lo pague.
Toni(n) “el de La Cuba”