miércoles, 29 de abril de 2020

Adoquines, primer martes

...hay orden...
Se nota orden en la obra. Hay un ritmo una cadencia en el desarrollo de las actividades, cada cosa va detrás de la otra. En los descansos para comer o al terminar la jornada, las herramientas están recogidas, en su sitio, las máquinas aparcadas de manera conveniente, desconectado lo que no necesita estar conectado. Me gusta.

Creo que es consecuencia de ese orden la sensación que tengo de que cada día, en cada turno, se llega a los objetivos propuestos a pesar de los imprevistos que pueden darse en cualquier obra.

Mi impresión es que todo avanza adecuadamente. Esta mañana han empezado a hormigonar lo excavado ayer mientras la máquina proseguía levantando las aceras de la parte de la Plaza donde está el Café Valenciano  y las que dan a la Calle Mayor por las calles laterales.


La Plaza a medio día 20200428




Hormigón en el lado del Museo
Hormigón en el lado de mi casa
Mientras tanto –hormigonera con su runrún en marcha– se han ido hormigonando las superficies que ocupaban las aceras que se levantaron ayer, de lo que deduzco que, como ya creo haber dicho, la cota del suelo de la Plaza será la que tenían las aceras y desaparecerán éstas, como ocurrió en la Calle Mayor, pero algunos propietarios de las barreras para los toros tendrán problemas para poder anclar las suyas...

La tarde transcurre con el mismo ritmo pausado y constante; no hay prisas, cada uno se dirige a hacer lo que sabe que tiene que hacer. Llega un maquinón grande y se pone a picar en la superficie junto al Olmo; me llena de confusión porque ¿qué está haciendo?, ¿será que no tendrá toda la Plaza el mismo nivel?,
¿será que hay alguna modificación en el proyecto? ¿Que será, será...?
Toni(n) el de "La Cuba"



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